Hace
una década un experimentado profesor dijo en clase: “Uno es tan importante cuanto más contactos tiene”. En ese momento
no entendí bien a qué se refería o no le daba mayor importancia. Pero esa
sentencia se me quedó clavada en el cerebro como algo que debía tener en cuenta
en adelante. Durante estos últimos diez años, en los que me incorporé al
mercado laboral trabajando para varias entidades y para la mía propia, me he
dado cuenta de que cuantos más años pasan, más razón le doy a aquel hombre.
Aunque quizá cambiaría un poco la frase: “Uno
tiene las cosas más fáciles cuanto más contactos tiene”.
Cuando somos estudiantes nos entusiasmamos y
focalizamos todos nuestros esfuerzos en aumentar nuestro curriculum, bien sea incorporando
titulaciones y cursos, o bien sea trabajando y realizando prácticas. Durante
nuestros estudios y nuestras experiencias laborales vamos adquiriendo otro
elemento muy relevante: las competencias profesionales. Es decir, aquellas
capacidades que desarrollamos que nos hacen ser mejores profesionales:
compromiso, responsabilidad, trabajo en equipo, comunicación, enfoque a
resultados, etc. Lo que no nos enseñan
es que tener contactos en “cuantos más sitios mejor” es casi tan importante
como tener un gran currículum.
Muy
probablemente estés pensando en el nepotismo o “enchufismo” y seguro que
conoces varios casos. Pero no me refiero a esto. Cuando hablo de tener
contactos hablo de personas que nos
faciliten las cosas, personas que antes de contactar con ellos para
solicitarles algo ya nos conocían previamente por alguna conexión anterior. O
que conocen a la persona con la que realmente queremos hablar tendiéndonos un
maravilloso puente que hace que todo sea más fácil. Y esto se gana de dos
formas: con el simple paso del tiempo de forma fortuita (actitud pasiva) o
buscando ampliar nuestra red de contactos de forma voluntaria (actitud activa).
Te propongo que te hagas esta pregunta cada
mañana: ¿A quién conoceré hoy? Puede que una de esas personas que conozcas ese día valga más que el
máster que tanto te ha costado el último año (por esfuerzo y por dinero). O más
que un mes de trabajo intenso desarrollando un proyecto que finalmente no se
venderá. No podemos empeñarnos en seguir estudiando y trabajando y no hacer
ningún esfuerzo o al menos tener una actitud proactiva para hacer nuevos
contactos. Esa persona que vas a conocer mañana puede ser la llave para tunuevo puesto de trabajo o para lograr una gran venta de tu producto. Te aseguro
que cuando se conoce a estas personas
antes de que realmente les necesitemos todo es mucho más sencillo de conseguir.
Linkedin y otras redes sociales facilitan
mucho este fenómeno. Nunca antes fue tan fácil contactar con tanta gente de tantos lugares diferentes
del mundo. Muy probablemente nunca lo conseguiríamos si no fuera por internet y
las redes sociales. Pero no son éstas la única solución ni la más válida. De
hecho, todos tenemos una gran cantidad de contactos que luego en la calle se
cruzan y no saludan, porque les importamos como número, como una persona más
que amplía su red de contactos (también los hay que no nos reconocen, a mí
seguro que también me ha pasado). Lo realmente eficaz es conocer a la gente en
persona y para ello te doy 10 pistas:
1. Intenta entablar pequeñas conversaciones con
compañeros de la empresa y no sólo de tu oficina.
2. Pide referencias a tu familia y amigos. En muchas ocasiones, nuestro
entorno más cercano es el que nos facilita conectar con las personas que
deseamos. Seguro que lo hacen de buen agrado.
3. Acude a eventos tales como congresos, ferias, foros,
presentaciones, almuerzos, fiestas, etc. Lleva tu tarjeta de contacto y ten
preparado un elevator pitch o
conversación del ascensor por si tienes la oportunidad de contarle a alguien a
qué te dedicas.
4. Déjate ver en público. Como si fueras un político.
Acude a estadios, conciertos, grandes comercios, grandes plazas, etc. La
probabilidad de encontrarte con personas que ya conoces es mucho mayor y
probablemente te presenten a su/s acompañante/s si aún no les conoces. No
desaproveches la oportunidad para conocer a qué se dedica/n y hacer tú lo
mismo.
5. Participa en encuentros networking. Seguro que asistirán personas
que, al igual que tú, están buscando ampliar su red y lograr nuevos clientes o
profesionales. La predisposición en este caso es óptima puesto que el objetivo
principal es ése.
6. Inscríbete en cursos organizados por
asociaciones y entidades a favor del empleo y el autoempleo y conoce a tus compañeros de
clase. Muy probablemente estén en una situación similar a la tuya. Aprovecha la
oportunidad para conocerles.
7. Utiliza activamente las redes sociales, sobre
todo Linkedin,
para no sólo hacer nuevos contactos, sino para participar en grupos, recomendar
o escribir posts, compartir actualizaciones, validar aptitudes o recomendar personas
que admiras aunque no te conozcan realmente. Te estarás allanando el terreno
para que sea un contacto de valor.
8. Acude a gimnasios y participa en eventos
deportivos. Se
consigue conocer a mucha gente jugando al pádel, al fútbol, haciendo spinning o
pilates. La peculiaridad de este tipo de contactos es que compartís una pasión
muy saludable, que disfrutáis juntos y que al finalizar el ejercicio hay
normalmente tiempo suficiente para poder hablar tranquilamente sobre el tema
que sea.
9. Sé empático y amable. Una persona con un semblante
en la cara de enfado o amargura no invita a ser abordado para una conversación.
Pónselo fácil a la gente. Seguro que hay muchas personas que desean hablar
contigo y no se atreven porque les falta un pequeño empujoncito y ése puede ser
una sonrisa tuya.
10. No tengas vergüenza por dirigirte a una
persona que no conoces. Por muy importantes que sean, son personas, igual que tú. Lo que
debes cuidar mucho es dirigirte siempre con respeto, sin molestar y siendo
simpático. Que la conexión se produzca o no depende de la otra persona, pero al
menos debes intentarlo.
En esta
nueva era en la que la idea de ser funcionario o encontrar un trabajo para toda
la vida en la misma empresa con 14 pagas se ha caído al suelo, una buena red de
contactos facilita, ciertamente, todo. Durante mi vida como estudiante conocí a
muchas personas que siempre lograban sobresalientes pero que carecían de
habilidades sociales, a sabiendas de que encontrarían trabajo por cuenta ajena
mediante oposición y a poder ser sin tener que atender al público o tener el
mínimo contacto posible con ellos. Esa época ya pasó. Caducó. Ahora que el autoempleo es más crucial y necesario que nunca, tan importante es
tener un gran currículum estudiantil como tener competencias profesionales y
una buena red de contactos.
Y tú,
¿a cuántas personas vas a conocer mañana?
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